los queratinocitos de mamíferos componen la mayor parte del epitelio, se someten a queratinización y forman la capa superficial muerta de la piel. Estas células queratinizadas superficiales son reemplazadas continuamente por células derivadas de células mitóticas en la capa más baja de la epidermis (es decir, la capa basal). Los melanocitos se ubican en la capa basal y no queratinizan; sin embargo, pueden producir pigmentos de melanina., La melanina se acumula en pequeños gránulos llamados melanosomas. Los melanosomas son transportados a las dendritas desde donde los melanosomas son transferidos a los queratinocitos. Invaginaciones epidérmicas tales como queratinocitos y melanocitos se extienden a la dermis para formar folículos pilosos. Además de estas dos células, los fibroblastos dérmicos también son necesarios para la formación de folículos pilosos. La homeostasis de la epidermis y el folículo piloso está regulada principalmente por la interacción celular entre queratinocitos y melanocitos., Los queratinocitos estimulan las funciones de los melanocitos, como la proliferación, la diferenciación, la melanogénesis y la dendritogénesis. Utilizando las técnicas de cultivo de tejidos, bioquímica y Biología molecular, los factores que se han derivado de los queratinocitos son hormonas, factores de crecimiento y citocinas como la hormona estimulante de α-melanocitos, la hormona adrenocorticotrófica, el factor de crecimiento básico de fibroblastos, el factor de crecimiento nervioso, las endotelinas, el factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos, el factor de células madre, el factor inhibitorio de la leucemia y el factor de crecimiento de hepatocitos., Estos factores paracrinos derivados de queratinocitos tienen un papel clave en la regulación de la función de los melanocitos a través de vías de señalización mediadas por receptores, seguidas por el mantenimiento de la homeostasis epidérmica y folicular pilosa.