durante la mayor parte del siglo XX, se han descrito e incorporado a la investigación biológica un número creciente de ratones de laboratorio definidos genéticamente; esta tendencia se ha acelerado en el siglo XXI. Inicialmente, la investigación utilizando cepas endogámicas se limitó principalmente a estudios genéticos básicos en los que se observaron patrones de expresión fenotípica bioquímica o visual., Con el advenimiento de la Genética molecular en la década de 1960, los ratones de laboratorio se convirtieron en Herramientas de investigación críticas en las que la base genómica de la enfermedad y la mutación podría examinarse a nivel de genes individuales. En la década de 1970, la perspectiva de modificar intencionalmente el genoma Murino mediante la adición de nuevo ADN funcional estaba a la mano (Jaenisch, 1976; Jaenisch y Mintz, 1974). A principios de la década de 1980, la persistencia de ADN derivado de laboratorio microinyectado dentro de las células de ratones nacidos vivos (Gordon y Ruddle, 1981) y la expresión funcional de transgenes en ratones (Brinster et al.,, 1981; Costantini y Lacy, 1981). En pocos años, las principales universidades, facultades de Medicina y empresas farmacéuticas y de biotecnología habían creado laboratorios internos de ratones transgénicos y las tecnologías de modificación genética se habían ampliado a otras especies. C. elegans, Drosophila, pez cebra, ratones y ratas genéticamente modificados se han utilizado en la investigación biomédica para estudios de genética básica y función génica, así como para modelar enfermedades humanas. Se han utilizado bovinos, caprinos y ovinos genéticamente modificados para producir proteínas en la leche (Schnieke et al.,, 1997), mientras que los cerdos modificados genéticamente se han utilizado como modelos animales grandes de ciertas enfermedades y como posibles donantes de xenotrasplantes (Lai et al., 2002). El ratón sigue siendo la elección principal para la experimentación transgénica debido a la relativa facilidad de manipulación de embriones y adultos y la profundidad sin precedentes del conocimiento genético Murino, aunque las ratas pueden tener más utilidad para algunos propósitos (Zheng et al., 2012)., Hoy en día, los ratones modificados genéticamente se producen como modelos de enfermedades humanas, para estudiar la función y regulación básica de los genes, y como sistemas in vivo en los que se puede investigar la expresión genética de mamíferos (y no mamíferos).