La debilidad en los músculos del cuello también se asocia con ela. Esto resulta en dificultades para controlar o sostener la cabeza, lo que conduce a una fatiga excesiva y malestar, por no hablar de frustración. Se pueden recomendar collares cervicales como apoyo.
se han realizado muy pocas investigaciones sobre el tema del ejercicio y su papel en la ELA. De hecho, no se sabe si los ejercicios son beneficiosos para aumentar la fuerza muscular para las personas con ela.,
sin embargo, es ampliamente aceptado entre los médicos y terapeutas que los tipos específicos de ejercicio ayudan a prevenir el desarrollo de contracturas dolorosas (el endurecimiento permanente de los músculos) y pueden disminuir la espasticidad (tensión muscular intermitente o constante o espasmos) común en la ELA.
practicar el tipo de ejercicio más saludable para cada etapa de la ELA ayudará a mantener la comodidad y la movilidad. Para algunas personas, una cantidad moderada de caminar diariamente en las primeras etapas de la ELA puede ser todo lo que es aconsejable., A medida que la enfermedad avanza, es muy importante hacer ejercicios diarios de amplitud de movimiento y estiramiento, ya sea de forma independiente o con la ayuda de un cuidador. Consulte a un fisioterapeuta para el mejor régimen de ejercicio.
La planificación temprana para los cambios inevitables que ocurren en el curso de la ELA va un largo camino hacia el mantenimiento de la función y la independencia durante el mayor tiempo posible y el mantenimiento de la más alta calidad de vida posible. Tales planes incluyen abordar cómo la accesibilidad del hogar puede verse afectada a medida que avanza la enfermedad., Hay muchas maneras de hacer adaptaciones o modificaciones que promueven la independencia y la seguridad en el hogar. Una visita a casa de un terapeuta ocupacional para evaluar el entorno es muy útil.
para obtener más información, consulte al equipo del Centro de atención de MDA.