propósito de la revisión: el objetivo de este artículo es revisar la anatomía y fisiología de la función pupilar y luego emplear esa información para desarrollar un marco integral para comprender y diagnosticar los trastornos pupilares.
hallazgos recientes: la contribución de las barras y los conos al reflejo de luz pupilar se conoce desde hace mucho tiempo. Recientemente se ha descubierto un tercer tipo de célula fotosensible, la célula ganglionar retiniana intrínsecamente fotosensible., Este tipo celular emplea melanopsina para mediar una porción del reflejo de luz pupilar independiente de bastones y conos (la respuesta pupilar postillumination) y regulación fótica del ritmo circadiano.
resumen: el sistema nervioso autónomo regula el tamaño de la pupila en respuesta a los estímulos. El sistema nervioso parasimpático causa miosis en respuesta a la luz y a estímulos visuales cercanos. Estos estímulos activan vías supranucleares que se proyectan hacia los núcleos de Edinger-Westphal., El sistema nervioso simpático causa midriasis en respuesta a una variedad de factores de excitación, tanto fisiológicos (vigilia) y patológicos (dolor). Las anomalías de la función fisiológica causan alteraciones del tamaño, la forma y la respuesta de la pupila a los estímulos. El abordaje clínico de las anomalías pupilares debe centrarse en la evaluación clínica y farmacológica de la respuesta esperada de la pupila a diversos estímulos.